sábado, 20 de junio de 2009

Churchill y los gobernantes en la Comunidad de Madrid

Winston Churchill decía que el político tenía que ser capaz de predecir lo que sucedería al día siguiente, una semana después, un mes más tarde y el año próximo, y saber explicar cuando no se hubiera producido lo que había predicho o prometido, cito de memoria. Los políticos de ahora que se hacen a demanda de partido y no por demanda social, además de mal preparados intelectualmente, son incapaces de adaptarse a las premisas de Churchill. Pululan. La expresión del Primer Ministro sugiere la importancia de la previsión, la honestidad y el talento. Los nuestros adolecen de carecer de estas tres virtudes. Los tenemos cerca. Lo que ha pasado con el colegio Tirso de Molina y otros del entorno es testimonio de la incapacidad de autoridades y políticos. El otro día una madre a quien aprecio me dijo que había que creer a los políticos, se refería a Esperanza Aguirre, a quien conocí cuando fue ministra de cultura, y casi me muero de risa porque no sé cómo puede haber llegado a presidir su partido en Madrid, eso no habla bien de algo. Y con todo allí tuvo a excelentes asesores, los de aquí nada más hay que oírlos. En el partido de oposición también pululan, no nos equivoquemos, y si no pongan oído a la ministra de igualdad. Es parte de la miseria de la política.

Y si alguien todavía tiene dudas, lean lo que les voy a contar: el día de la reunión en la Casa del Reloj, ese reloj de arena al que le ha caído tanta agua que mal funciona, las chicas del AMPA que son algo así como una versión madrileña de los ángeles de Charlie o mejor de los de Rilke, llamaron a la oficina de la Consejerísima Lucía Figar para preguntar sobre el exceso de silencio a una carta con el asunto "caso Tirso de Molina" y la respuesta fue más silencio acompañado de sonido de trituradora de papel, eso, que se estaban pasando la carta por los forros. Ni respuesta humana ni cita con la Consejerísima para explicar la posición de los padres que reclaman menos insolidaridad con el cole de sus hijos. Y eso que nos estamos portando bien todavía! Hablando de solidaridad, esa palabra tan gustada por la Concejala Presidenta que nos toca en la Casa del Reloj, ha muerto Vicente Ferrer, un santo de la solidaridad. Tengo pendiente hablar de la solidaridad con dedicación especial a la Concejala Presidenta. Seguimos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario