viernes, 12 de junio de 2009

Las vallas se repliegan, no se marchan




¿Ha vuelto la sensatez política o la racionalidad democrática o el sentido común ciudadano? No sé, pero, parodiando a Shakespeare, algo parece cocinarse en palacio, aunque ignoramos cuáles son los ingredientes y si se trata de un remedio o una pócima envenenada.

Lo cierto es que esta mañana las vallas permanecían desafiantes, así que una extraña expectación acumulada desde el día anterior pesaba en el ambiente. Los móviles sonaban y los padres que no podían estar esperaban un aviso para acudir a la convocatoria contra las obras. Las vallas son la imagen del problema. Dos agentes de policía con otra persona se movían y las miraban como generales frente las bayonetas de una tropa. De pronto desaparecieron por las escaleras que llevan al metro.

Por la tarde sorprendió que las vallas no estaban y el único testimonio del conflicto eran los contenedores y una zona acotada donde acumulan enseres. Las conjeturas son muchas mientras el tiempo se agota y las autoridades callan. ¿Será este el preámbulo de un proceso de desvallado de las mentes de quienes nos trajeron estas vallas? Los padres esperan, a las autoridades les toca jugar, veamos si lo hacen limpiamente esta vez. Ver para creer. Por ahora las vallas se repliegan. Cuidado, así hacía Napoleón. Hay que estar vigilantes el fin de semana.

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