El lunes comienzan las obras de ampliación. Que no cunda el pánico y el desaliento. Estaba previsto que así fuera, nadie en su sano juicio podía pensar que la Comunidad de Madrid mediante la Consejerísima Lucía Figar y el mariscal Bonifacio iban a rectificar. La historia del gobierno de la Comunidad está tachonada de casos como el nuestro, donde prima la deformación democrática llevada a cabo por ciertos políticos que ocultan viejas cachiporras dictatoriales detrás del populismo más rancio y conservador. No es una cuestión de estilo, sino de convicción en la democracia y la política y no en religiones de partido.
Los que creían que las protestas contra el tipo de ampliación impuesta provocaría una reconsideración del proyecto, se equivocaban, lamentablemente. Y los que creen que bajar las manos y poner la otra mejilla es el camino más corto para lo inevitable, se equivocan también aunque con alevosía. La salud democrática de cualquier país depende de la oposición y el diálogo, y cuando los ciudadanos dejan de asistir a las urnas o de oponerse a los políticos con los instrumentos democráticos, se debilita la democracia. Las autoridades implicadas en este proceso deberían sentir vergüenza del modo en que han llevado hasta aquí esta vejación a una parte de los ciudadanos de un barrio de Madrid. Pero como no lo van a sentir hay que hacer que les duela.
A pesar de las vacaciones vamos a seguir. No pararemos hasta que alguien con autoridad escuche y hable y se ponga de acuerdo con los padres, porque alguna solución tendrá que haber para paliar la situación de deterioro que ya sufrimos. Vamos a seguir todos los caminos posibles pacíficos y democráticos, legales y políticos, regionales, nacionales y europeos. Cada vez se ve más claro que las soluciones para nosotros son también para los padres de la calle Tejo y viceversa, hasta tanto haya una solución global para los graves problemas que se avecinan por falta de previsión e inversión en la enseñanza pública.
Basta de mentiras, desinformación y manipulación de los datos y estadísticas. No es pidiéndonos fe y solidaridad como se soluciona el problema creado. No queremos hambre ahora y miseria mañana ni para nosotros ni los vecinos de la calle Tejo. Sí queremos obras, pero no éstas. Sí queremos solidaridad, pero con solución real para todos. Vayamos todos el lunes a expresar el desacuerdo, por nuestros hijos y la dignidad de la educación y los ciudadanos.
Los que creían que las protestas contra el tipo de ampliación impuesta provocaría una reconsideración del proyecto, se equivocaban, lamentablemente. Y los que creen que bajar las manos y poner la otra mejilla es el camino más corto para lo inevitable, se equivocan también aunque con alevosía. La salud democrática de cualquier país depende de la oposición y el diálogo, y cuando los ciudadanos dejan de asistir a las urnas o de oponerse a los políticos con los instrumentos democráticos, se debilita la democracia. Las autoridades implicadas en este proceso deberían sentir vergüenza del modo en que han llevado hasta aquí esta vejación a una parte de los ciudadanos de un barrio de Madrid. Pero como no lo van a sentir hay que hacer que les duela.
A pesar de las vacaciones vamos a seguir. No pararemos hasta que alguien con autoridad escuche y hable y se ponga de acuerdo con los padres, porque alguna solución tendrá que haber para paliar la situación de deterioro que ya sufrimos. Vamos a seguir todos los caminos posibles pacíficos y democráticos, legales y políticos, regionales, nacionales y europeos. Cada vez se ve más claro que las soluciones para nosotros son también para los padres de la calle Tejo y viceversa, hasta tanto haya una solución global para los graves problemas que se avecinan por falta de previsión e inversión en la enseñanza pública.
Basta de mentiras, desinformación y manipulación de los datos y estadísticas. No es pidiéndonos fe y solidaridad como se soluciona el problema creado. No queremos hambre ahora y miseria mañana ni para nosotros ni los vecinos de la calle Tejo. Sí queremos obras, pero no éstas. Sí queremos solidaridad, pero con solución real para todos. Vayamos todos el lunes a expresar el desacuerdo, por nuestros hijos y la dignidad de la educación y los ciudadanos.
Las obras ya han empezado el sábado 25-6-2009. Hay una excavadora con martillo neumático levantando el suelo del patio empezando por la zona más cercana al módulo de infantil.
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